Dr. Juan Pablo Álvarez
El verano es una de las épocas más esperadas del año: vacaciones, piscinas, conciertos, viajes y escapadas. Sin embargo, en medio de toda esta diversión, a menudo olvidamos algo muy importante: la salud de nuestros oídos. El calor, el agua, la exposición a ruidos fuertes y los cambios de presión son factores que pueden afectar negativamente nuestra audición. Por eso, es clave tomar algunas precauciones para disfrutar al máximo sin consecuencias desagradables.

Oídos y piscinas: evita la otitis externa
Uno de los problemas más comunes en verano es la otitis externa, conocida también como “otitis del nadador”. Se produce cuando queda agua atrapada en el canal auditivo, favoreciendo la proliferación de bacterias y hongos.
Consejos para prevenirla:
- Usa tapones especiales para nadar.
- Seca bien tus oídos después de salir del agua inclinando la cabeza hacia los lados.
- Evita introducir objetos como bastoncillos de algodón, ya que empujan el agua y la cera hacia dentro.
- Si tienes antecedentes de infecciones, consulta con tu especialista antes de sumergirte.
Conciertos y festivales: protege tu audición del ruido
La música es parte esencial del verano, pero la exposición a sonidos por encima de los 85 decibeles puede dañar de forma permanente las células auditivas. En conciertos, festivales o discotecas, los altavoces suelen superar ampliamente ese nivel.
Cómo cuidarte en estos ambientes:
- Usa tapones de protección acústica diseñados para conciertos.
- Aléjate de los altavoces para reducir la intensidad del sonido.
- Descansa tus oídos entre actuaciones o busca momentos de silencio.
- No uses auriculares a volumen máximo después de un concierto.
Viajes en avión: cuida tus oídos de los cambios de presión
Los viajes en avión son habituales en vacaciones, pero el cambio de presión durante el despegue y el aterrizaje puede generar molestias en los oídos, conocido como barotrauma.
Estrategias para prevenirlo:
- Mastica chicle o caramelos durante el despegue y aterrizaje.
- Bosteza o realiza la maniobra de Valsalva (tapar la nariz y soplar suavemente).
- Evita volar si tienes congestión nasal fuerte o una infección de oído.
- En niños pequeños, ofrecer el biberón o chupete ayuda a equilibrar la presión.
Exposición al calor: hidrátate y cuida tu oído interno
El calor extremo puede afectar la circulación sanguínea y generar mareos o sensación de vértigo, especialmente en personas con problemas previos en el oído interno. Además, la sudoración excesiva puede irritar la piel del canal auditivo.
Recomendaciones clave:
- Mantente hidratado durante todo el día.
- Usa sombrero o gorra para protegerte del sol.
- Evita la exposición prolongada a altas temperaturas sin descanso.
Cuándo acudir al especialista
No ignores síntomas como dolor persistente, supuración, pérdida de audición repentina, pitidos o sensación de oído tapado. Estos pueden indicar infecciones, daños por ruido o problemas relacionados con la presión. Una revisión temprana con un especialista en otorrinolaringología puede marcar la diferencia en tu salud auditiva.
El verano está para disfrutarlo al máximo, pero no olvides que tus oídos son muy sensibles y requieren cuidados especiales. Con simples medidas de prevención, puedes evitar infecciones, pérdidas auditivas y molestias innecesarias. Así podrás nadar, viajar y bailar al ritmo de la música sin comprometer tu bienestar.
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